MOTIVOS.
- Fernando Cagnant
- 11 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Podemos ser la mejor persona del mundo, pero si sus ojos miran a otro lado cuando lo hagas, no valdrá la pena, porque eres tu el que da un motivo para verse, para sonreír, para ser feliz y también por el contrario puedes dar motivos para llorar, enojarse y hacer mil cosas que no estaban destinadas a ser.
La ilusión y el sentimiento se pierde por falta de atención, por falta de motivos felices, porque es muy fácil decir que no puedes o buscar un pretexto para estar ocupado, cuando tu mente piensa en otra persona y no a el que está dando todo su esfuerzo. A lo mejor, esa persona ahorro toda la semana para poderte llevar a comer, para poder llevarte al cine, pero tú no ves el sacrificio atrás de una sonrisa, a lo mejor determinó que su familia puede esperar para poderte llevarte de viaje o a la tienda de la esquina.
Pequeñas y grandes cosas todas se resumen a la persona que esta destinado, pero ¿Qué valor tienes las pequeñas cosas en esta vida de material? En esta vida de estatus sociales, donde la sociedad se denigran por ser flacos, gordos, chaparros, altos. Que diferencia hay entre una cena en un puesto de tacos o en un restaurante? Se resume en como es entregado ese detalle. Pero muchos decimos “es mucho mejor ir por tacos” pero depende de la persona que te invite, que tenga el motivo para dedicarte ese espacio de vida. De la misma forma, un camión, un taxi o un carro de lujo o austero, va a depender de la persona que lo haga, pero ya tenemos esa idea que las personas que más te va a convenir será la de más dinero, porque así fuimos diseñados.
Pero a quién no le gustaría crecer desde cero, desde tener un trabajo con la futura persona, rentar un departamento e ir creciendo juntos, viviendo los obstáculos que la vida te pone, para que puedas ser esa gran persona que siempre quisiste ser.
Valora, respeta lo que las otras personas te dan porque no sabes el sacrificio que el tuvo que hacer para tener ese motivo para hacerte feliz.

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